La preocupación creciente sobre el impacto de las redes sociales en la salud mental de los más jóvenes ha cristalizado en una nueva restricción en TikTok.
La plataforma china ha anunciado que dentro de algunas semanas los menores de 18 años no podrán utilizar filtros de belleza como los que cambian el tono de su piel o aumentan el tamaño de sus ojos.
A grandes rasgos, esta decisión afecta a las soluciones creadas por TikTok o terceros que pueden hacer cambiar en pantalla el rostro de un menor más allá de lo que el maquillaje real pueda. De ahí que no se vean afectados por ella filtros sin intención de enmascarar o exagerar rasgos, como los que colocan sobre el usuario orejas o narices de animales.
La eficacia de estas medidas dependerá en todo caso de hasta qué punto los jóvenes afectados hayan revelado su edad real al registrarse o no.
Ese es el factor clave que pone en cuestión los filtros de exclusión basados en edad para acceder a contenidos en internet, algo que Australia tendrá que afrontar a gran escala con la nueva ley que prohíbe el acceso a plataformas a menores de 16 años.
Para evitar que los usuarios señalados puedan eludir el bloqueo, TikTok ha anunciado igualmente que estrechará el cerco sobre los menores de 13 años que utilizan la plataforma simulando ser mayores.
Y con ese objetivo lanzará antes de final de año en pruebas un nuevo conjunto de sistemas automatizados que utilizan el aprendizaje automático para detectarlos.
La compañía anticipa un número significativo de falsos positivos y recuerda que quienes puedan verse afectados si estar por debajo de la edad mínima pueden apelar para recuperar sus cuentas.
El impacto de estas medidas puede ser considerable en algunos mercados con prevalencia de menores registrados, como demuestra el informe publicado en diciembre el regulador de comunicaciones británico Ofcom.
En él se señala que entre junio de 2022 y marzo de 2023 prácticamente un 1% de los usuarios de TikTok en ese país desaparecieron como resultado de las medidas adoptadas entonces.
Otras plataformas como Instagram también están dando pasos para aliviar la presión de reguladores y especialistas, como el lanzamiento de cuentas para menores de 18 años que permite un control mayor de sus actividades por parte de sus padres.
Todas ellas afrontan la necesidad de adaptarse a un marco normativo europeo cada vez más estricto, cuyas reverberaciones acaban afectando a al resto de mercados. Además en los últimos tiempos han ido aflorando investigaciones, algunas de ellas internas, que señalan las externalidades negativas de esas plataformas para los más jóvenes. Y como consecuencia TikTok ya afronta demandas basadas en esos riesgos, como la presentada en febrero por la ciudad de Nueva York.