Esta época del año, nuevamente es sinónimo de reuniones, festejos y reencuentros con afectos que hace mucho no veíamos. Es un momento de compartir buena comida, tragos con alcohol o bebidas azucaradas y por lo tanto conlleva un aumento de peso y de preocupación constante referido a esto.
Paréntesis aquí, el peso no es importante porque cuando nos subimos a la balanza, ésta nos devuelve un número, es cuánto pesa nuestros huesos, músculo, grasa y agua corporal, mejor, enfoquémonos en mejorar nuestra composición corporal. El peso, al final, nos preocupa más de lo necesario y evita que avancemos en nuestros reales cambios alimentarios y que podamos sostenerlos en el tiempo.
Por eso, para disfrutar de estas fechas sin padecer, los siguientes consejos pueden ser aplicados todos los días, no suponen dietas estrictas, ni aislarse o evitar disfrutar de esta linda época del año:
• Incremente la porción de verduras en la comida diaria, 50% del plato o 75%.
• Aumente el consumo de frutas a 2 o 3 por día, aproveche a las frutas estacionales como sandía, melón, durazno de la zona.
• Si el festejo es cena, no salteee ninguna comida: ni desayuno, ni almuerzo ni merienda, todas son importantes y colaboran con concentrarme y no llegar con hambre al evento.
• Limite el consumo de alimentos fuentes de azúcares como gaseosas, jugos, golosinas.
• Cree un ambiente seguro en su casa: no compre de más y almacene productos típicos de estas fechas como pan dulce, turrones o snack dulces. Otra opción es no comprar y esperar a que se lo regalen y cuando lo hagan, regale la mitad de ellos
• Excluya de sus compras semanales: mayonesa u otros aderezos, bebidas alcohólicas.
• No deje de practicar actividad física, lo mismo que venía haciendo durante el año, continúe con la misma frecuencia semanal.
• Elija bebidas alcohólicas sin azúcar y sea responsable con el consumo de las mismas, alternando el consumo de agua entre una y otra toma de alcohol. Es importante enfatizar: si toma, no maneje, todos queremos unas fiestas en tranquilidad, sin sobresaltos.
• Y para la noche esperada de Navidad o Año Nuevo, sea ordenado con la bebida y comida, no mezcle, no consuma de manera rápida sin pensar. Recuerde que no es la última cena, ni la última vez que consumirá ese tipo de alimentos, puede volver a comerlos en otras fechas, en otro momento.
Si lo piensa así, le quitará ese tinte de importancia que le damos muchas veces a los platos, ubicándolos exclusamente para las fiestas y eso es, muchas veces, causante del aumento del consumo de las cantidades alimentarias: ¿Sándwich de miga? Puede consumir inclusive en invierno, ¿pan dulce? Puede seguir comiendo en Enero… Finalmente, al otro día regrese a su rutina alimentaria habitual, sin olvidar de tomar agua segura, en lo posible 8 vasos o más.
Y disfrute, disfrute muchísimo el momento y con quien comparte, no tanto la comida, el brindis.
Al final, estas fechas es con quien o quienes y no qué…