The Silent Sea es una serie de ciencia ficción que te hace pensar sobre las consecuencias de la crisis ambiental en el futuro. La nueva producción de Netflix de ocho episodios retrata una aventura hacia el espacio con la misión de salvar la Tierra
Mar de la tranquilidad (The Silent Sea), la nueva miniserie de Netflix, es motivo de orgullo para la plataforma, que desde que la estrenó como regalo de Navidad el pasado 24 de diciembre –es decir, hace apenas dos semanas-, logró llegar al primer puesto del ranking de sus producciones internacionales, con casi 48 millones de visualizaciones.
Tras el impresionante éxito de producciones como El juego del calamar (Squid Game), que se mantiene en el sexto lugar, y Hellbound, el gigante del streaming confió una vez más en el género surcoreano y apostó en la realización de una nueva ficción que esta vez se sitúa en nuestro mundo, pero 53 años más adelante.
Se trata de una serie de una sola temporada compuesta por 8 capítulos de 45 minutos de duración cada uno. The Silent Sea trata sobre un futuro distópico, en el año 2075, en el que la Tierra se ha quedado escasa de recursos naturales indispensables, como el agua, lo que ha provocado enormes desigualdades a lo largo y ancho de los continentes. Tan solo un selecto grupo de millonarios y privilegiados puede acceder al consumo de agua potable, lo que pone en riesgo la paz de los humanos en el mundo y anticipa su posible extinción.
A raíz de esta problemática, un equipo de astronautas, ingenieros, médicos y pilotos de naves espaciales parte hacia la Luna con una misión clave: salvar la Tierra. El motor de esta aventura es recupera. una muestra de material científico situada en una base espacial abandonada por una filtración accidental de radioactividad, que podría resolver la crisis del agua.
Los protagonistas de este viaje al espacio son personas que además de buscar salvar al planeta del desastre de la falta de conciencia climática ambiental humana, tienen intereses personales que los hacen aventurarse hacia el peligro.
Una de las razones por las cuales la serie se vuelve tan interesante, además de su trama, es la participación de dos actores de la célebre ficción de Netflix, El juego del calamar: Gong Yoo, el artista y modelo surcoreano, quien en la serie cumple el rol de reclutador del «Juego del calamar» y es el encargado de convencer al protagonista de la tira a entrar en el juego; y Heo Sung-tae, quien encarnó a Jang Deok-su, el jugador más peligroso de la macabra ficción.
El elenco se completa con Bae Doona, quien interpreta a Song Ji-an y es reconocida por sus papeles anteriores en las series Sense8 y Stranger, y el cantante y actor Joon Lee, como el capitán Ryu Tae-Seok.
A lo largo de los capítulos, la trama irá incorporando elementos fantásticos que la convertirán en un auténtico thriller surcoreano, con una atmósfera densa de misterio y giros inesperados.
Sin dudas, se trata de una serie cuya trama en profundidad refleja la preocupación de la sociedad por una de las problemáticas vigentes en el mundo: poca consciencia ambiental, desequilibrios climáticos, y los escasos de recursos naturales. Pero también remarca la falta de consenso político y social entre naciones, y numerosos dilemas éticos interesantes para reflexionar y discutir.