Tras ser confirmada recientemente como arbitra profesional de la Asociación del Fútbol Argentino, Brisa Zapata pasó por el Club de la Tarde y en los estudios de Radio Zona Tv contó detalles de cómo llegó a ésta designación, su paso por la liga y la relación con Jorge, su papá, arbitro ya retirado y que supo desempeñarse en la Liga Concordiense de Fútbol.
Es un montón, igualmente no deja de ser un escalón más, hay muchísimo más por subir esto recién empieza, así que con mucha responsabilidad.
No es un contrato sino relación de dependencia de AFA, para lo que ellos quieran que dirija. No hay un tiempo determinado. En la categoría que sea que decidan, dependiendo de mí desempeño en el terreno de juego. Vamos a tener pruebas físicas y teóricas durante el año porque tiene mucho que ver lo reglamentario.
¿Cómo vez el fútbol?: Nunca fui hincha de ningún equipo de fútbol, mi papá sí de Boca, toda la familia fanática mal, y a mí nunca me interesó por ese lado. Cuando arranque lo arbitral sí, ahora miro un partido de fútbol y lo analizo todo, desde lo arbitral, así que no tiro ni para un lado ni para el otro, por ahí, hay algunos equipos de la Liga Nacional que me gustan pero no tengo preferencia con ninguno.
A los 19 años comenzó a dirigir en la LCF y comentó con fue esa experiencia: “Pasó de todo, me replantee muchas veces si seguir en esto o no, porque ya saben, es complejo el fútbol local, pero me gusta mucho, ahora le agarre el gusto y lo empecé a ver desde otra mirada, fui creciendo también, arranque desde muy chica, ahora estoy en un momento en el que disfruto realmente y estoy para aprender. Antes era diferente, no había tanta confianza y ahora sí, me siento muy bien dirigiendo.
Sobre el rol e influencia de su papá, Jorge Zapata, experimentado arbitro local: “hablar de papá es emocionante, él fue el pionero para que yo arranque a arbitrar. Y cuando se enteró esto de AFA estaba re feliz, cuando me llegó el mail citándome para el 18 de mayo a las 15 hs en la sede de AFA de calle Viamonte, me acuerdo de memoria el mail porque nunca me lo voy a olvidar, le conté y lloramos los dos de emoción.
Siempre él me decía que despacio, por ahí lo que tiene el arbitraje es que te ven talento, te ven bien y por ahí te quieren hacer subir escalones rápido, y él me decía que despacio, que me tome mi tiempo, que lo bueno iba a llegar y fue así.
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