La fórmula es cien por ciento efectiva: una tenista implacable, talentosa y sencilla. Por su contundencia, la competitividad a flor de piel y unas infinitas ganas de disfrutar la victoria. Como también disfruta estar en su ciudad natal, de sus orígenes y su cultura. Azul Pedemonti, ganadora de la vida.
Vestida con los colores de la Universidad de Houston se acercó hasta el Victoria Park para dialogar con 3200 El Código del Deporte. Con una sonrisa que la tapó un barbijo, Azul se mostró contenta de estar en Concordia, de poder compartir tiempo junto a sus seres queridos y de pelotear con su papá en la cancha de polvo de ladrillo.
“Estoy contenta de estar con mi familia y disfrutar. Yo disfruto de cada momento con ellos ya que no tengo la posibilidad de estar todos los días aparte de que soy bastante familiera. A mis amigos, poco y nada los veo pero a los más cercanos los pude ver por suerte y compartir un rato con ellos. Estoy feliz”, expresó la deportista que está transitando sus vacaciones en Concordia.
En 2019 Pedemonti viajó a Houston, Texas lugar que escogió para estudiar Business & Marketing y para continuar con su carrera deportiva. Ya radicada hace dos años, la joven relató cómo se adaptó a su nueva zona de confort. “Sí fue un cambio en cuanto al tiempo porque nunca había estado más de un mes sola afuera sin el apoyo de mi familia cercana”, señaló.
Y agregó que “Hoy en día con las redes sociales, con whatsapp, las videos llamados, te sentís cerca todo el tiempo. Es duro y difícil pero es un periodo de adaptación que lo tenes que atravesar. Los primeros semestres son difíciles pero ya después te adaptas y haces tu vida. Además, te separas un poco de la parte de Argentina y de la familia porque si no tampoco disfrutas lo que estás haciendo”.
El legado
“Ni un gracias, ni miles me alcanzan para agradecerte todo lo que sacrificas por mí. Por querer llevarme a todos los torneos y por darme todo lo que quiero. La única y la primera y la última palabra que se me viene a la cabeza para agradecerte todo. Te amo, y ni eso alcanza. Te amo Papá”, escribió en una publicación de facebook la tenista allá por el año 2012. Ariel, su padre, fue un pilar fundamental en su carrera deportiva.
“Yo en el 2017 decidí no jugar más, decidí parar con las competencias y con los entrenamientos, llegó un punto que no quise volver a entrenar. Fue un amor odio, todo el tiempo. Me puse muchísima presión, en ese momento aspiraba a un montón de resultados y también al mismo tiempo chocarme con el nivel europeo que era la vara me chocó un poco con la realidad que ese era el nivel que yo tenía que estar en competencia y al yo considerarme un poco menor a ese nivel que no estaba acostumbrada a jugar con este tipo de chicas eso me tocó un poco y me costó mentalmente”, describió.
“Por la cabeza se me aparecía mi familia. Mi papá está haciendo un esfuerzo enorme para ayudarme a cumplir lo que me gusta, mi sueño y yo no estoy dando mi parte y eso juega mucho en contra. Antes de decir no quiero jugar más, decidí parar y enfriar la cabeza. Pero después la estaba pasando mal, necesitaba hacer algo y jugar al tenis. Quiero volver a entrenar dije y así cómo surgió la idea de la Universidad al mismo tiempo. Una charla con mi papá fue clave”, contó.
Vale destacar que Ariel, fue la primera persona que acercó a Azul a una cancha de tenis. “Todo empezó por mi papá, íbamos todos los domingos al club y de a poquito me fui enganchando. Empecé a hacer pretemporada con los chicos, con grupos grandes y me sumé a distintos horarios. Me quedaba jugando horas. Mi primer entrenador me propuso empezar a competir a nivel provincial, nacional y así arranqué mi carrera de tenis”.
La universidad y su beca deportiva
“Luego de mi parate vimos la posibilidad de conseguir una buena Universidad y poder conseguir una Beca 100 que era el objetivo. Entonces, mi papá me tiró la idea, empezamos a averiguar, yo empecé a ver cómo se hacían las cosas.
Tenés la posibilidad de hablar con una empresa que te gestiona la beca pero en mi caso yo lo hice sola. Empecé a contactarme con otros chicos que sabían que estaban en la Universidad, le pregunté cómo era la gestión y por suerte yo tenía contactos con otras universidades que me habían hablado una vez. Y así arranqué empecé a buscar Becas, busqué la más conveniente, hice los exámenes y logré irme”, explicó.
“Muchas personas piensan que irse a la Universidad es dejar el deporte de lado y la verdad que es todo lo contrario es buscar una oportunidad o abrir otra puerta más para poder seguir compitiendo porque en Sudamérica es muy difícil competir porque no tenemos mucha competencia en la parte de femenina y económicamente el tenis es caro. Irme a la Universidad estuvo como primera opción, por lo menos para mí”, mencionó.
Por otra parte, detalló que la beca a la que pudo acceder es de “cuatro años que se dedican a la parte académica y a la parte deportiva. Llega un punto que vos podés seguir pero académicamente. Si cumpliste tus cuatro temporada de tenis ya está, ya terminaste tu parte deportiva y seguís pero académicamente o podes hacer un master o un posgrado. A nivel deportivo una vez que se termina la beca ya no podes seguir jugando al tenis”.
Azul confesó que no fue fácil al principio el idioma. “Mi ingles era muy básico yo me había preparado un año y medio para los exámenes que son nivel bastante avanzado, zafando con los exámenes como pude y entré a la Universidad. Me ayudaron los de la Universidad con un tema de notas porque no había alcanzado el score que me convenía para ingresar”.
“Con el tema del inglés fue muy bueno que en el equipo yo no tenga latinas por una parte, obviamente que me hubiese encantando pero fue muy bueno no tener latinas porque me ayudó mucho a hablar un inglés más fluido y eso me ayudó para progresar un montón”, agregó.
A continuación manifestó que sus la recibieron muy bien. “Al principio era súper raro porque era la única nueva después a medida que pasa el tiempo son con las personas que más compartís y se genera ya un ambiente de familia. Todas estamos en la misma situación todas somos internacionales, entonces nos apoyamos mutuamente para poder seguir, para poder estar día a día pasando algunas dificultades como pueden ser la distancia”.
“Al mismo tiempo jugamos para la universidad. Nosotras jugamos torneos, son distintas series con diferentes universidades que sería de enero a mayo nuestra temporada, es donde nos chocamos con Universidades y tenemos nuestro calendario y es la temporada más importante para el tenis”, relató.
“Yo puedo”
Fue lo que dijo Pedemonti cuando eligió este deporte y su meta es llegar al profesionalismo. “Siempre que arrancas un deporte y tenés pasión por un deporte, seas chica o grande aspiras a algo”, opinó. “Para todo el mundo siempre el sueño es alcanzar el profesionalismo porque es como el objetivo a lo grande”, agregó.
También, entiende que “es súper largo el camino del tenis, como el de cualquier deporte, en el medio pueden pasar un montón de cosas, sigue estando intacto para mí jugar profesional o intentar jugar, es un objetivo para mí y ojalá que lo pueda lograr”.
Por otro lado, para lograr esto tenés que tener tenis en la sangre y la cabeza también es un arma fundamental. “En el caso del tenis que estás solo adentro en la cancha es todo. Es lo que te va a poner la barrera de decir: no puedo y es lo que te la va subir y decir: yo puedo. Es creértela un poquito más pero en el sentido de ego o de soberbia es creer que vos podés. Es lo que va en todo yo creo y es lo que te ayuda a mejorar día a día”.
Su orgullo por los deportistas Concordienses
“La verdad que me enorgullece un montón el presente de muchos de ellos. Hoy en día gracias a las redes sociales, gracias a chicos como ustedes que están todo el tiempo actualizándote, yo puedo al estar afuera puedo saber de todo lo que pasa. A mí me enorgullece un montón, yo creo que tenemos un montón de talentos en Concordia, cada vez me sorprendo más de la cantidad de gente y de lo bien que se destaca. Al escuchar Argentina, lo que sea que se hable acerca de mis tierras digamos, yo me pongo súper contenta por cómo se están destacando en su deporte”, respondió.
Por último, la joven deportista aconsejó a Dylan Van Der Hock, atleta local que firmó contrato con la Universidad de Houston. “No se te están cerrando puertas por ir a la Universidad, estás abriendo muchas más puertas de las que tenés, y siempre tenés la facilidad de que si no te sentís cómodo, no te gusta, sentís que no estás progresando tenés la posibilidad de volver. Buscá lo que a vos te hace feliz y disfruta de lo que te gusta. Tenés que intentar y no quedarte con lo que hubiera pasado”.