Durante la última ola de ataques, se ha confirmado la intercepción de un misil iraní fuera de la atmósfera terrestre, gracias al sistema defensivo Arrow-3 de Israel.
Este tipo de intercepciones, conocidas como exoatmosféricas, representan una capacidad militar extremadamente avanzada y rara vez vista en combate real.
Imágenes recientes muestran el momento del impacto a gran altitud, en una fase del vuelo donde los misiles balísticos aún están fuera del alcance de sistemas tradicionales.
La tensión entre Irán e Israel está alcanzando un nuevo nivel, con ataques cruzados, víctimas civiles y el uso de tecnología de defensa jamás antes usada de esta manera en Oriente Medio.