Además, se trata de una de las 10 más grandes del mundo y este 3 de marzo se reportaron incendios cerca, debido a los misiles que envió el ejército de Vladimir Putin.
Desde el pasado 24 de febrero, cuando Rusia decidió comenzar acciones militares en Ucrania, los misiles y bombas arrojados por las tropas que comanda Vladimir Putin acertaron diferentes objetivos: desde edificios, antenas de televisión y algunos aseguran que hasta hospitales. Sin embargo, en las últimas horas hubo que agregar algo nuevo a esta lista: una central nuclear. Y no cualquiera, la más grande de Europa.
Resulta que durante el pasado 3 de marzo, el ejército ruso atacó la planta nuclear bautizada como Zaporizhzhia NPP. Ubicada cerca de la ciudad de Enerhodar, produce anualmente unos 42 billones kWh de electricidad, opera desde 1984 y, en caso de explotar, en palabras de un funcionario ucraniano, “sería diez veces peor que Chernobyl”.
En cuanto a su estado actual, el pasado 28 de febrero, propaganda rusa aseguró haber tomado el control de esta planta, pero esto fue negado por Dmitri Orlov, alcalde de la mencionada ciudad, horas más tarde. Sin embargo, el jueves 3 de marzo los rusos volvieron a la carga e intentaron tomar el lugar.
Es necesario recordar que la planta cuenta con 6 unidades, de las cuales la 5 y la 6 se encuentran cerradas. Además, el reactor se encuentra en proceso de renovación, por lo que no está activo.
Retomando el ataque, las explosiones provocadas por los miles de Rusia provocaron diversos incendios en las cercanías de la Zaporizhzhia NPP e incluso dentro de ella. En particular, uno de los seis reactores se encuentra en llamas, por lo que hay preocupación en las autoridades sobre el desenlace que pueda llegar a tener la situación. A pesar de que la infraestructura se construyó teniendo en cuenta la posibilidad de un incendio, siempre queda la duda en el aire.
Uno de los seis reactores de la planta Zaporizhzhia NPP se incendió por el ataque de Rusia
Acerca de este último e indeseable escenario, Volodymir Zelensky Mykhailo Podolyak, asesor del presidente Volodomir Zelenski, remarcó que “Europa está en riesgo de repetir una catástrofe. Los rusos deben parar”.
Sumado a las declaraciones del funcionario, según un informe de la organización Greenpeace, “en el peor de los casos, donde las explosiones destruyen los sistemas de refrigeración y contención del reactor, la posible liberación de radiactividad tanto del núcleo del reactor como de la piscina de combustible gastado a la atmósfera podría crear un desastre mucho peor que la catástrofe de Fukushima Daiichi de 2011?.