Simpatizantes del Rojo concurrieron a la conocida avenida de Avellaneda para pedir por más salidas y exigir respuestas en este momento de crisis.
Independiente es un infierno. No tiene un segundo de paz. En medio de la conmoción por la renuncia de Fabián Doman al cargo de presidente con apenas seis meses en el cargo, cientos de hinchas del Rojo se acercó a las puertas de la sede del club en reclamo de algún tipo de solución.
Minutos de después de darse a conocer la noticia de la renuncia de máximo titular del Rojo, socios y socias del club convocaron a una manifestación bajo la consigna “que se vayan todos”. Se registran algunos incidentes y un camarógrafo fue golpeado.
Y, horas después, se confirmó la negativa de Pablo Repetto para agarrar la conducción técnica del equipo. Un cachetazo tras otro para el Rojo. Crisis total, en todos los frentes.
El martes ya había arrancado con los ánimos caldeados, con pintadas en las paredes del estadio Libertadores de América. Anónimos exigiendo un buen resultado ante Racing (el domingo de local) y amenazando a futbolistas y dirigentes. «El domingo ganen o hay balas para todos», fue uno de los mensajes intimidatorios.
Y ya en la tarde noche de este mismo día, decenas de hinchas y socios se autoconvocaron en la sede de avenida Mitre para exigir respuestas y pedir más salidas.
«Respeten al club, CD culpable», «Si nos privatizan, vamos por sus familias», «Club pobre, dirigentes ricos», «Grupo champagne, ratas váyanse ya», «Wilde es Rojo y no se toca», «Que la paguen los culpables, Wilde no se toca» y «Ni Pro ni Moyano, sólo socios». Sí, también la ligó la gestión anterior. Y un cantito clásico en situaciones como ésta: «Que se vayan todos, que no quede ni uno solo», fueron algunos de los carteles que aparecieron colgados en la puerta de la sede.