Los cinco candidatos presidenciales se enfrentarán hoy en un centro de convenciones de Santiago del Estero en el primer debate que Elonce transmitirá en vivo desde las 21. El detalle de los ejes temáticos que se tratarán.
Los candidatos presidenciales que competirán en las elecciones del 22 de octubre llegaron ayer a Santiago del Estero, acompañados de sus equipos de campaña y asesores, y dedicaron la jornada para terminar de prepararse para protagonizar mañana el primer debate obligatorio organizado por la Cámara Nacional Electoral (CNE), en el que expondrán sus propuestas sobre tres ejes temáticos: economía, educación y derechos humanos.
El lugar elegido para el debate, que comenzará este domingo a las 21 y se extenderá por dos horas y 10 minutos aproximadamente, será el Centro de Convenciones Forum, un predio gestionado por la Universidad Nacional de Santiago del Estero, que oficiará como anfitriona.
En ese marco, y a 22 días de las elecciones, se verán las caras por primera vez Sergio Massa (Unión por la Patria, UxP), Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio, JxC), Javier Milei (La Libertad Avanza, LLA), Juan Schiaretti (Hacemos por Nuestro País, HNP) y Myriam Bregman (Frente de Izquierda y Trabajadores-Unidad, FIT-U).
Los postulantes fueron llegando a la provincia en distintos horarios y tuvieron turnos asignados para visitar el Forum y familiarizarse con el lugar, para poder hacer pruebas de cámara y micrófonos, luego de la primera prueba técnica que realizó ayer la CNE.
En los últimos días, cada candidato ocupó parte de su agenda de actividades con prácticas y ensayos junto a sus equipos de campaña y asesores, con el objetivo de llegar bien preparados al primer debate obligatorio, que tendrá su segunda instancia el próximo domingo 7, pero en la facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires.
El primer debate presidencial de este domingo, a sólo tres semanas de la elección del 22 de octubre, tendrá como moderadores a los periodistas Rodolfo Barili, Evangelina Ramallo, Esteban Mirol y Lucila Trujillo.
Además de la expectativa que la pulseada televisiva genera en el tramo final de la campaña hacia los comicios del 22 de octubre y que para las autoridades académicas santiagueñas constituye un «hecho histórico», la CNE planteó su aspiración que el intercambio no se convierta en un «show televisivo» y que, por el contrario, sea una oportunidad para que la ciudadanía compare propuestas.
«La idea es que sea un debate donde puedan incluirse exposiciones muy firmes y hasta vehementes, pero que no haya descalificaciones personales o agresiones. Lo importante es que la ciudadanía conozca qué tienen para decirnos los candidatos», dijo en las últimas horas el secretario de actuación de la CNE, Sebastián Schimmel, en declaraciones a radio La Red.
Con matices, los aspirantes a la Casa Rosada dedicaron parte de su agenda de esta semana a preparar la presentación de sus propuestas.
Cómo será el debate
Luego de varios meses de preparación, el debate tendrá varias singularidades y reglas estrictas: estarán prohibidas las opiniones personales y las agresiones, sólo podrá haber lapiceras y pocos papeles en los atriles y los candidatos podrán hacer preguntas cruzadas con sus oponentes y accionar botones luminosos para pedir el «derecho a réplica».
Así fue establecido en el reglamento diseñado por la CNE y firmado por los equipos de los cinco candidatos presidenciales.
Como novedad este año, tras las ediciones anteriores, se incorporó la modalidad de «preguntas cruzadas» con cinco oportunidades para que cada postulante utilice un botón con luz y solicite su «derecho a réplica».
Al inicio del intercambio, los postulantes tendrán un minuto libre para su presentación y luego dos minutos por cada eje temático para desarrollar sus propuestas.
Después será el turno de los «derechos a réplica» y finalmente llegará el momento de las «preguntas cruzadas».
Todos los aspirantes a la Presidencia podrán hacer una pregunta a cada uno de sus adversarios y tendrán apenas 15 segundos para interrogar y 45 segundos para responder en el debate que el domingo se hará en el Centro de Convenciones Provincial Forum de Santiago del Estero.
Según la CNE, esta primera disputa por la audiencia y por el segmento indeciso del electorado durará 2 horas y 10 minutos -si se cumplen a rajatabla los tiempos previstos-.
A diferencia de lo que pudo verse una semana atrás en el cruce televisivo protagonizado por los cinco candidatos a vicepresidentes en la sede de la señal de cable TN, para el próximo intercambio se fijaron rigurosas pautas de comportamiento.
Una lapicera y sólo cinco hojas manuscritas o impresas -de tipografía no mayor a 14-, será lo único permitido en los atriles de los candidatos. «Ni láminas, ni diarios, ni revistas» y mucho menos teléfonos celulares o tablets.
También se establecieron normas que apuntan a sostener un «respeto al diálogo sin conducta agresiva ni alusiones personales», que promueven un «trato cordial» y buscan «evitar cualquier tipo de agresión a titulo personal».
La pérdida del derecho a réplica es una de las penalidades contenida en las 22 hojas del Reglamento, en el que además se establecieron criterios de mantener un absoluto silencio en la sala del debate.
En otro extremo, los preparativos también incluyeron límites en el número de personas que podrán acceder al espacio donde se concretará el debate: sólo 25 asesores o dirigentes en total en el recinto (cinco por cada fuerza).
El resto de los invitados, periodistas o trabajadores de prensa de los partidos que compiten seguirán la contienda televisiva en salas contiguas.
La filmación estará a cargo de la Cámara Argentina de Productores Independiente de Televisión (Capit) y será transmitido en directo por los medios nacionales estatales y puesto a disposición de todos los medios del país que deseen retransmitir en forma gratuita el debate.
También podrá verse via streaming en el canal YouTube de la CNE y estará suspendida la publicidad electoral y los anuncios de Gobierno mientras transcurra el debate.
La Ley 27.337, que regula los debates presidenciales, establece la obligatoriedad de los candidatos a participar del debate y, en caso de incumplimiento, la organización política a la que pertenece el postulante pierde el espacio publicitario audiovisual para su campaña.
Desde el 2016, con la sanción de la Ley, se formalizó la obligatoriedad del debate presidencial y la CNE se convirtió en la autoridad de aplicación del intercambio entre candidatos.