«Que la chica estaba en situación de calle es totalmente falso», afirmó y apuntó que «Si hubiera que encontrar una justificación a esta demora por parte de fiscalía habría que atribuirla a la familia que demoró tanto en denunciar el hecho», indicó también.
El reconocido abogado penalista, Martín Jáuregui, quien fue contratado por el escribano Leoncino para representar a la familia de la joven desaparecida, realizó declaraciones al programa Zona de Opinión, donde brindó detalles respecto a cómo analiza el panorama de la investigación en estos momentos.
«Acá no hay nada raro que se pretenda encubrir, es un hecho de delincuencia común, no tiene ninguna similitud con lo de Chaco ni ninguna cuestión política», afirmó el doctor, quien a su vez agregó que la fiscalía está demorando mucho en avanzar con la investigación, pero que esa lentitud «habría que atribuírsela a la familia, que demoró tanto en denunciar el hecho».
En la misma línea, añadió, «esa ventana de tiempo entre el 9 de julio (que desapareció) y el 16 (que se efectuó la denuncia por desaparición) es un problema. No digo que no se pueda solucionar, pero hay un problema».
Respecto al principal sospechoso de la causa, mencionó, «está complicado, el grado de sospecha está altamente acreditado», pero que al no tener el cuerpo, o más detalles, se complican los avances en la causa, más allá de que en fiscalía digan lo contrario.
En cuanto a Luisina, el querellante señaló que «hay elementos para pensar que hubo un femicidio», y ante la pregunta de si piensa que podría tratarse de un caso de trata de blancas, contestó, «se podría estar hablando de muchas cosas, pero no puedo ir en contra de la victima. La desaparecida fue sola hasta ese lugar, no fue engañada, pero la cosa no es investigar a la victima».
Asimismo, destacó, por propio pedido del padre de Luisina, que la joven no estaba en situación de calle, algo que muchos medios nacionales suelen estar afirmando. De igual manera, en oportunidades anteriores, la amiga de la víctima, Johana Betancur, habría declarado que la joven sí sufría de un estado de precariedad. Es más, habría declarado que ambas se conocieron trabajando en el arandano.
En resumen, confirmó que continuará trabajando con la única línea que tienen por el momento para ejercer una prisión preventiva para Benítez. Por añadidura, dijo que, más allá del accionar de la fiscalía, «tampoco puedo en representación del padre ejercitar un reproche, siendo que son elemento necesario para obtener un resultado adecuado».