En un recorrido realizado por un cronista de 7Páginas, se ha descubierto una situación preocupante en la que se encuentran policías que realizan servicios adicionales de vigilancia en la zona de Agua Patito, en Concordia. Estos agentes de seguridad se encuentran en una situación de abandono y marginación en una de las áreas más calientes de la ciudad.
El servicio adicional que realizan estos policías consiste en vigilar las obras de viviendas en construcción en la zona. Sin embargo, las condiciones en las que desempeñan su labor son extremadamente precarias. Los agentes carecen de una garita de vigilancia y no cuentan con acceso a un baño, lo que los deja a la intemperie y sin las condiciones básicas de comodidad.
Además de las condiciones de trabajo, los policías enfrentan riesgos significativos en su tarea diaria. Han reportado la presencia de víboras yarará en la zona, lo que aumenta el peligro al que están expuestos. Además, la falta de iluminación y acceso a agua agrava su situación. A pesar de estas dificultades, estos agentes realizan guardias de 12 horas y, sorprendentemente, también incluyen a mujeres policías que deben enfrentar las mismas condiciones adversas.
La falta de pago de los adicionales por el servicio prestado es otro problema importante que enfrentan estos policías. Según se supo, no han recibido sus pagos desde mayo, y esto está llevando a que trabajen durante seis meses sin remuneración. Esta situación es especialmente preocupante en un contexto de alta inflación, ya que el dinero que se les adeuda perderá su poder adquisitivo.
Además, los policías deben lidiar con la inseguridad en la zona y a menudo son la primera línea de defensa para los vecinos cuando ocurren incidentes delictivos. También se han enfrentado a intentos de robo en las obras en construcción y, aunque disparan tiros al aire para disuadir a los delincuentes, deben costear de su propio bolsillo el costo de las balas, lo que representa un gasto significativo.
En resumen, la situación de los policías en la zona de Agua Patito en Concordia es crítica y requiere una atención urgente por parte de las autoridades locales y provinciales. Estos agentes están trabajando en condiciones extremadamente difíciles y merecen un trato más digno y un reconocimiento adecuado por su servicio a la comunidad.