La decisión de no cobrar más el adelanto que se retenía en la Aduana sobre las importaciones, es una medida que corrige una omisión de septiembre, cuando se había hecho la reducción de diez puntos del impuesto. Ahora, los importadores y fábricas podrán trasladarlo a precio, aunque no será una baja uniforme.
La baja de precios debería apreciarse uniformemente en enero. La decisión de adelantarse y no retener el 95% del impuesto PAIS desde ahora es para evitar un costo desfasado a los importadores (Imagen Ilustrativa Infobae)
La decisión del gobierno de dejar de percibir desde este martes el adelanto del 95% del impuesto PAIS que habitualmente se cobraba a las importaciones, permitirá que la industria automotriz argentina pueda acompañar de mejor modo esta eliminación impositiva, y lo pueda reflejar en el precio de venta de los vehículos.
Normalmente, esa baja se debería ver en las listas de precios de los autos del mes de enero, cuando el impuesto ya no exista, salvo alguna decisión estratégica de algunas marcas de adelantarse para posicionar algún modelo o versión aprovechando la expectativa por una medida que beneficiará a los consumidores.
El impacto se apreciará en todos los automóviles que se venden en el país aunque en distintos porcentajes dependiendo de su procedencia. En el caso de los vehículos de fabricación nacional tendrá una menor incidencia porque aunque utilizan un alto porcentaje de partes e insumos importados, su estructura de costos tiene un fuerte componente nacional que va desde las partes producidas localmente hasta sueldos, costos operativos y otros impuestos. En cambio para los autos completos (CBU) que llegan importados, el impacto de la reducción será más significativo, especialmente los que provienen de Brasil, México y Colombia.
Las concesionarias esperan que más clientes esperen a enero por la baja de precios tras la eliminación total del impuesto PAIS
La eliminación total del impuesto PAIS implica terminar con un proceso que comenzó en septiembre, cuando se bajó del 17,5% al 7,5%. Sin embargo, en esta oportunidad, la decisión del gobierno de no percibir el adelanto del impuesto como ocurría hasta ahora, permite corregir un error que no se había contemplado ni tampoco se enmendó cuando se redujeron los primeros diez puntos tres meses atrás.
En aquel momento, todos los fabricantes e importadores habían pagado el adelanto del 95% de la totalidad del impuesto y no con la alícuota reducida, con lo cual tuvieron que absorber ese desfasaje de diez puntos y no trasladarlo a precio para que el mercado pudiera apreciar la baja al pagar por los autos 0 kilómetro.
“El gobierno tomó esta decisión para que el usuario lo vea reflejado en su bolsillo. Fue un gesto que tuvimos los fabricantes, pero además de haber pagado el 95% del impuesto en su totalidad por adelantado, estábamos vendiendo autos que llegaron al país uno o dos meses antes y que también pagaron el 17,5% de impuesto PAIS y no el 7,5%”, explicó un ejecutivo de la industria.
Desde el 1 de enero, todos los bienes importados tendrán entonces una reducción de ese 7,5% en su estructura de costos, aunque esto no significa que ese sea el porcentaje exacto que se pueda trasladar a precios, ya que el impuesto se aplica sobre un precio denominado CIF (Cost, Insurance, Freight), es decir el precio de origen del producto más el costo de flete y seguro.
Sin embargo, a ese costo CIF se suman después el 3,5% de tasa de estadística que se paga al ser nacionalizado un vehículo, y el 35% de arancel de importación para los vehículos que provienen de mercados de extra zona, es decir todos los que no sean de países de la región. Además, dependiendo del segmento al que pertenecen, se debe aplicar también el impuesto interno o impuesto al lujo, que puede ser del 20% para la escala 1, o del 35% para la escala 2 si el vehículo tiene un precio por encima de los $42.000.000 y los $78.000.000 respectivamente.
En octubre, las curvas de autos nacionales e importados se volvieron a cruzar un el 51% de las ventas correspondieron a vehículos provenientes de otros mercados. La mayoría vienen de Brasil y esos modelos podrían tener el mayor impacto en la eliminación del impuesto PAIS
Si se toma en cuenta la devaluación mensual conocida como crawling peg del 2% y una inflación que podría estar entre el 2% y el 3% en diciembre, las cuentas indicarían que los autos importados de extra zona podrían bajar su precio aproximadamente un 4%, los importados de países de la región que tienen arancel cero podría llegar al 7% de baja de precios, mientras que los autos nacionales, dependiendo de la nacionalización de partes que tengan podría ir desde el 2% al 4%.
En ese escenario, los fabricantes e importadores oficiales pueden aplicar una baja diferente por origen de los modelos, otros pueden decidir hacerlo sólo en algunas versiones y no en otras, e incluso se puede dar el caso de marcas que no bajen el precio pero tampoco apliquen ese aumento dado por la microdevaluación oficial del peso y por el índice de inflación. También habrá casos en los que no haya baja de precio de algunos autos importados porque no todas las empresas traen vehículos por el dólar oficial sino utilizando dólar CCL, sobre el cual no se aplica el impuesto PAIS.
“Lo que va a ser difícil es construir los precios de diciembre. De algún modo, aunque esta decisión de no cobrar la percepción adelantada es muy superior a lo que pasó en septiembre, lo que podría pasar es que diciembre sea un mes con muy bajas ventas. Si a la gente se le dice que el enero los autos van a ser más baratos, esperar un mes será ganar en precio y en año del vehículo que compren”, confesaron desde una terminal automotriz.
Aquí es donde la dirección comercial de las marcas tienen un gran desafío por delante para los próximos días. Adelantándose a esta circunstancia, Infobae había preguntado a Martín Galdeano, Presidente de Ford Argentina, sobre el modo de enfrentar un mes que será clave para cerrar el número anual que esperan y para que diciembre no baje más de lo normal por el tema estacional.
“Los consumidores van a tener que estar atentos y nosotros también. A ver quién mueve precios, quién se anticipa, quién no. Estamos muchos planteando nuestras estrategias con esto y evaluando cuándo nos conviene mover precios. Quizás lo hacemos en enero, pero quizás lo hacemos en diciembre”, señaló.