El puerperio es una etapa de especial vulnerabilidad física y emocional para las mujeres, marcada por los profundos cambios que implica la llegada de un bebé. En este contexto, las exigencias sociales relacionadas con la maternidad y, en particular, con la lactancia materna, pueden dificultar el proceso de construcción de la identidad materna.
En este Mes de la Lactancia, desde el Ministerio de Salud de Entre Ríos se subraya la importancia de brindar información oportuna durante el embarazo y construir entornos respetuosos que acompañen las decisiones de cada madre, reafirmando que la lactancia es un derecho de quienes la desean y no una obligación.
Andrea Ramírez, psicóloga con formación perinatal, expresó que «la lactancia materna no debe ser una imposición ni un mandato social para definir a la `buena madre¿, sino una decisión libre y deseada que respete los tiempos y emociones de cada mujer».
Cuando una mujer amamanta, se activan las llamadas «hormonas del amor», que ayudan a reducir el estrés, mejorar el ánimo y fortalecer la autoestima, favoreciendo además la vinculación con el bebé. Ramírez explica que «estas hormonas actúan tanto sobre el cuerpo como sobre el cerebro, promoviendo sentimientos de calma, confianza y protección hacia el recién nacido».
Sin embargo, iniciar y sostener la lactancia no siempre es sencillo. «Puede requerir tiempo, información y un acompañamiento profesional adecuado para atravesar las dificultades sin culpa ni frustración», señala Ramírez. La especialista enfatiza que «la presión social para amamantar puede generar ansiedad y sentimientos de fracaso cuando no se logra, afectando la salud emocional de la madre».
Romper con la idea de que la lactancia es la única forma de construir un vínculo afectivo es fundamental para cuidar la salud mental de las mujeres. «El apego, la seguridad y el amor también se desarrollan a través del contacto, el colecho, el porteo y una alimentación respetuosa, incluso cuando no se amamanta», añade Ramírez.
La lactancia, cuando se da desde el deseo, puede ser un factor protector frente a la depresión posparto, debido a las hormonas que intervienen en su establecimiento. No obstante, advierte la psicóloga, «la depresión no tiene una causa única y depende de múltiples factores, como la historia personal, el contexto socioeconómico, el parto y la red de apoyo».