El Club Atlético Ferrocarril con la organización del cuerpo técnico del básquet femenino, llevó a cabo una videoconferencia por Google Meet con la jugadora de la Selección Argentina Sofía Aispurúa. La actual jugadora del Thunder Basket de Italia habló de sus comienzos, vivencias y todas las adversidades que tuvo que pasar en su carrera basquetbolística.
Gran cantidad de jugadoras sumados a padres, madres y dirigentes de la institución dijeron presente en esta interesante charla con la basquetbolista de la Selección Argentina. El profesor Exequiel Sireix tomó las riendas de la entrevista y también hubo tiempo para que las chicas tanto de formativas como de primera puedan dialogar con una integrante de las Gigantes.
La pivot comenzó hablando de sus comienzos en el club Teléfonos de Buenos Aires y del esfuerzo que durante mucho tiempo hizo viajando casi dos horas para cumplir con los entrenamientos durante cada semana hasta que le llegó la oportunidad de ir al Club Vélez Sarsfield. Allí sintió mucho el cambio ya que no solo se le hacía más factible el viaje a entrenar sino que en la institución de Liniers jugaba a un nivel donde estaban casi obligadas a ganar. Luego de un tiempo en la “V azulada”, pasó a jugar a Obras por decisión propia, para crecimiento y desafío personal.
Finalmente, un día le llegó la oportunidad de jugar en el exterior, algo no muy fácil de alcanzar para cualquier deportista que sueña con crecer cada vez más. Sofía, que durante toda la charla mostró su desenvoltura y buena onda, remarcó reiteradamente lo importante que es que las chicas tengan un espacio tanto físico como de acompañamiento, en donde puedan jugar al básquet ya que esto es fundamental y no en todos los clubes se le brinda un lugar para entrenar. Aispurúa señaló que en muchos clubes solo tienen primera sin mirar hacia abajo a lo que son las formativas, en donde tiene que gestarse la formación justamente de cualquier deportista. Sofía argumentó que esto es un problema global en Argentina y en todo el mundo. Las adversidades del básquet femenina lógicamente las vivió en carne propia.
También remarcó sobre la superación constante que debe tener una jugadora para poder mejorar día a día y dio su propio ejemplo: por su talla ella tendría que jugar de 5 pero como no le gustaba mucho el roce, se entrenó y mejoró para poder jugar de 4. Además, contó cómo superó las lesiones que sufrió en su carrera deportiva, las cuales según indicó que «la tenía a maltraer». Recordamos que una de esas lesiones fue la rotura de ligamento en una de sus rodillas jugando para la Selección Nacional.
Por último, la jugadora de 26 años hizo hincapié en la buena conducta que tiene que tener una jugadora para sobrellevar una lesión y para mejorar deportivamente desde lo técnico, táctico y físico.
Las cosas no le fueron fáciles desde sus comienzos pero Sofía jamás bajó los brazos. Siguió entrenando duro para llegar a cada uno de los clubes en donde pudo vestir la camiseta, además de tener el enorme privilegio de vestir la celeste y blanca.
Constante, talentosa, espontánea y sincera Sofía finalizó diciendo: “No sos mediocre por no llegar a jugar en primera, si lo sos por no intentarlo».
