El gobernador Rogelio Frigerio recibió a los tres efectivos de la Policía de Entre Ríos que la semana pasada secuestraron media tonelada de explosivos plásticos. Ocurrió en el puesto caminero de Aldea Santa María, departamento Paraná.
El titular del Poder Ejecutivo provincial felicitó por su accionar al oficial subinspector Pedro Bauer y a los cabos primero Enzo Romero y Diego Serrano -integrantes de la Dirección de Prevención y Seguridad Vial de Policía de Entre Ríos-, quienes el miércoles 12 del corriente secuestraron 300 panes de gelamón en el puesto caminero ubicado en el kilómetro 496 de la ruta nacional Nº 12, a la altura de la localidad de Aldea Santa María. El explosivo plástico estaba dividido en cajas que eran transportadas en una camioneta sin medidas de seguridad.
Una semana después del operativo, Frigerio recibió en su despacho a los funcionarios policiales para ponderar su labor, quienes concurrieron acompañados por el ministro de Seguridad y Justicia, Néstor Roncaglia, y por el titular de la fuerza, comisario general Claudio González. Luego del encuentro, el jefe de la Policía de Entre Ríos destacó: «La trazabilidad de esos explosivos era de más de 500 kilómetros y estos funcionarios, cumpliendo su función, lograron detectar y neutralizar esa carga».
Tras indicar que luego de esta acción se dio intervención al área Explosivos y a la Justicia Federal, González reflexionó: «En la persona de ellos, se reconoce la labor de muchos otros y también la acción del señor gobernador quien, no solo con dichos sino con hechos, continuamente acompaña la labor de nuestro personal y de la Policía de Entre Ríos».Al referirse al reconocimiento recibido por el gobernador, el oficial subinspector Pedro Bauer manifestó: «Es un reconocimiento al trabajo diario y al puesto caminero pero, más que nada, un incentivo para seguir adelante, para seguir trabajando». «Rutinariamente hacemos este tipo de controles y llevamos adelante varios procedimientos, pero es el primero de esta magnitud», continuó, aún sorprendido por la repercusión que tomó el caso.
A su turno, el cabo primero Diego Serrano, coincidió con su camarada en que el saludo de Rogelio Frigerio es un incentivo para continuar con la tarea y agregó: «Es nuestra función, pero esto es como un abrazo, una forma cálida de reconocer nuestro trabajo». Por último, el cabo Enzo Romero reconoció sentir «mucho orgullo» por el elogio del gobernador y destacó que fue clave, en el caso en cuestión, «detectar el nerviosismo del conductor ante el control rutinario».