Se trata de un método que permite que las personas que tuvieron coronavirus pero fueron asintomáticas puedan saberlo.
La llegada y rápida expansión alrededor del mundo de la variante Ómicron hizo que la pandemia entre en una nueva fase en la cual hay muchos contagios, con la particularidad de que la letalidad es menor. Asimismo, gracias a la vacunación generalizada, son muchas las personas que pueden haberse contagiado de coronavirus sin saberlo debido a que fueron asintomáticas.
Para este tipo de casos existe la opción de un test serológico, que indica la presencia o no de anticuerpos contra el virus. La contrapartida es que no permite saber el momento exacto en que se formaron, con lo cual no sirve para saber si se está atravesando la enfermedad en el momento en que se realiza.
Existen dos formas de hacerse un test serológico. La primera se trata de los test rápidos que se pueden comprar en farmacias a unos 2000 pesos y que consisten en la extracción de sangre a través de la yema del dedo. En unos 15 minutos da el resultado, aunque se trata de una prueba más bien básica, ya que no permite saber qué tipo de anticuerpos se formaron.
Mientras que la segunda es mucho más específica y permite conocer las características de los anticuerpos. Se realiza también a través de la extracción de sangre y su posterior análisis en un laboratorio, que arroja el resultado entre 24 y 36 horas después. En este caso lo que se mide son los anticuerpos igG+igM, que son proteínas que reconocen y bloquean al virus para así eliminarlo del organismo.
Tienen un costo que va desde los 2200 hasta los 4100 pesos, aunque también hay tests que buscan anticuerpos igG, en cuyo caso el precio puede rondar los 1600 pesos.
Los igM suelen aparecer en el organismo durante los primeros días de contagio, por lo que hallarlos en un test rápido indica que la persona se contagió de coronavirus recientemente, mientras que los igG suelen hacerlo a los 10 o 15 días.