Fue acribillado en un ataque contra su vivienda durante la madrugada del pasado miércoles. La primera dama, Martine Moise, también tuvo heridas de bala y fue trasladada a una clínica de Miami.
«Un país en estado de shock». Con esa frase comenzó el periodista Richard Widmaier su programa de Radio Metropole, en Puerto Príncipe el pasado miércoles.
Durante la madrugada el presidente de Haití, Jovenel Moise, había sido asesinado en un ataque perpetrado contra su residencia privada y en el que también resultó herida de bala la primera dama, Martine Moise, según informó el primer ministro interino, Claude Joseph, en un comunicado.
La hija de la pareja, Jomarly Moise, estaba también estaba en la vivienda cuando ocurrió el atentado, pero consiguió esconderse en la habitación de su hermano, que también resultó ileso. El joven se trasladó a Miami, donde quedó hospitalizada su madre. La mujer estaría fuera de peligro y “estable”.
Tras el magnicidio, el jefe de la Policía de Haití, León Charles, confirmó en una rueda de prensa que cuatro presuntos asesinos fueron abatidos y otros dos están detenidos. También infico que tres agentes fueron tomados como rehenes en el operativo, pero que más tarde fueron liberados.
La operación fue llevada a cabo en una zona del barrio de Pelerin donde se refugiaron varios de los presuntos asesinos. “La policía sigue librando una batalla contra los asesinos, ya sea para detenerlos o simplemente para eliminarlos”, continuó Charles.
Una fuente informó al Gazzete Haiti que la Policía detuvo al menos a 20 personas como parte de la investigación, Por su parte, el ministro de Cultura, Pradel Henríquez, indicó que hay haitianos en las filas de los atacantes y que la operación policial durará hasta que los atacantes sean derrotados, según consignó Le Nouvelliste.