El 7 de julio se celebra el Día Nacional de la Conservación del Suelo y en nuestra provincia la erosión de los suelos es uno de los principales problemas productivos. El gobierno provincial apoya iniciativas de conservación en el marco de la Ley provincial Nº 8318.
Desde 1963, cada 7 de julio se celebra el Día Nacional de la Conservación del Suelo, en homenaje al científico estadounidense Hugh Hammond Bennett, quien dedicó su vida al estudio de la capacidad productiva de los suelos y demostró la importancia de su preservación para el equilibrio ambiental del planeta.
La preservación del suelo productivo hoy cuenta con el respaldo del Estado provincial que arbitró herramientas concretas de promoción a las prácticas de sustentabilidad productiva. Forma parte de una política pública que hace más de 50 años se encuentra comprendida en el marco de la Ley Provincial de Suelos Nº 8318 que data del año 1.989. Una herramienta legislativa modelo a nivel nacional, en la cual el productor asesorado por un ingeniero agrónomo presenta un Plan de Conservación y Producción Agropecuaria (P.C.P.A) vinculando a buenas prácticas agropecuarias tales como la sistematización con terrazas, el drenaje agrícola, la rotación de cultivos y/o la implantación de pasturas permanentes, obteniendo como incentivo en esas parcelas -por un lapso de 8 años-, hasta un 70 % de desgravación impositiva anual en el Impuesto Inmobiliario Rural (IIR).
La Dirección de Recursos Naturales dependiente de la Secretaría de Agricultura y Ganadería del Ministerio de Producción, es la Autoridad Local de Aplicación de la Ley Provincial de Suelos.
Este año refuerza las tareas fiscalización en las obras de conservación en diferentes puntos de la provincia, teniendo en claro que “fiscalizar” es una responsabilidad amplia, que no sólo remite a controlar, sino a generar conciencia. Crear una cultura de preservación del recurso, no sólo a propietarios de los inmuebles rurales, sino también arrendatarios y asesores técnicos. La Dirección de Recursos Naturales, en su rol de órgano de aplicación, insta y promueve la importancia de mantener y reparar periódicamente las prácticas conservacionistas de manera de evitar la pérdida de toneladas de suelo fértil, lo cual genera un perjuicio ambiental y económico para ellos mismos.