Orden, constancia y solidez fueron los tres puntos altos del grupo. Un equipo que comenzó de menor a mayor el Torneo Clausura de Mayores Femenino que organizó la Unión Entrerriana de Rugby y que finalmente llegó al objetivo planteado: clasificar y jugar la Copa de Oro.
Martin Ellero, coach del equipo, hizo un análisis del torneo disputado en el que no solo encontró una madurez en el grupo sino que también una unión. “El principal objetivo que nos propusimos se cumplió que fue llegar hasta la etapa final y además a lo largo del año se sumaron más jugadoras lo cual hizo que haya una muy buena competencia interna”, señaló.
A continuación destacó que el punto alto del equipo fue el orden y la concentración y agregó que «trabajar sobre la interpretación y la resolución de problemas fue la variante más positiva». “En lo que me respecta busqué que las chicas puedan darse cuenta de sus puntos bajos y altos. Fue una herramienta fundamental porque más allá de cualquier resultado las jugadoras se formaron y aprendieron a resolver situaciones”, consideró Ellero.
Con el correr de los meses el número de jugadoras fue creciendo paulatinamente y hoy el grupo tiene más de 20 entrenando en el club Los Espinillos. “En primera instancia tengo pensado darle rodaje a las chicas que menos jugaron para que tengan competencia y a su vez sumar mucho a la parte física, pensar en una pretemporada y en una gira para finalizar el año”, detalló.
Por otra parte, Ellero se mostró contento por la convocatoria de tres de sus dirigidas para integrar la Selección Mayor de Entre Ríos: Milagros Bordón, Ariana Olace y Abigail Maidana y a continuación brindó información y describió los puntos altos de cada una.
“Por Milagros me puso muy feliz. Hay mucho trabajo por parte de ella y lo tiene más que merecido. Tiene la virtud de poder interpretar el juego y a eso además lo acompaña con esfuerzo. Nunca deja nada al azar, siempre está entrenando y busca su mejora individual y también pensando en el grupo”, remarcó.
Por último, el coach opinó en primer lugar sobre Olace y luego sobre Maidana. “Lo de Ariana fue muy particular supo escuchar y aprender. Ella empezó hace unos meses y en poco tiempo se notaron sus destrezas. A su vez, el llamado de Abigail me alegró mucho, no podía quedar sin la oportunidad de sumarse al grupo. Es rápida, tacklea y entiende el juego”.