Luego de identificarse varios casos en el país, la variante Épsilon comienza a generar preocupación en Argentina por tratarse de una cepa que demostró ser resistente tanto a los anticuerpos generados por las vacunas de ARN mensajero como a los generados por el Covid-19, siendo hasta tres veces más contagiosa que la original, según un estudio publicado por la revista estadounidense de investigación Science.
En ese sentido, un reciente informe del Proyecto Argentino Interinstitucional de Genómica (Pais) detectó la variante Épsilon en cinco casos positivos de coronavirus en territorio nacional, de los cuales tres corresponden a la localidad cordobesa de Río Tercero, uno a Córdoba capital y otro en Santa Fe, que se suma a otra detectada días atrás en San Juan.
El médico infectólogo y asesor presidencial, Luis Cámera, destacó que esta variante nació en California y la zona de la costa oeste de Estados Unidos, lugar en el que demostró ser «más agresiva» que otras variantes, pero enfatizó que los estudios realizados hasta el momento por el Instituto Malbrán arrojaron que «tuvieron poco impacto».
Cámera subrayó que «viendo las curvas generales de todos los países, ese virus está desapareciendo», por lo cual confía que la llegada de este virus no debería tener «mayor progresión» y ejemplificó sobre el avance de esta variante lo sucedido en Estados Unidos.
«Viendo las curvas generales de todos los países, ese virus está desapareciendo. Fue muy impactante en Estados Unidos, pero cada vez tienen menos casos allí y nunca llegó a ser la cepa dominante en ese país, fue desplazada por la cepa británica de Kent y controlada con la vacunación», subrayó el infectólogo.
Otras variantes
Uno de los factores que hacen más complicado para los investigadores poder identificar el potencial riesgo que tiene sobre una población el arribo de una nueva cepa, es según explica Cámera las «diferencias» que existen en el impacto que tiene cada una de ellas en los distintos continentes del planeta.
En ese sentido, Cámera destacó que el caso de la cepa Gama de Manaos, la cual «se hizo dominante en toda Sudamérica y Latinoamérica, pero no es un virus dominante en Europa, lugar en el que aparece como un virus secundario».
«La pandemia no es en todos los continentes igual, hay peculiaridades. Toda Latinoamérica está comprometida con el virus Manaos y Andino, y en tercer lugar el virus inglés, que si tiene predominancia en Europa. Por eso si llega una nueva cepa, tiene que lograr primero imponerse por sobre los demás ‘competidores’ para ser más contagiosa, que son las otras variantes», resaltó el médico.
En torno a la situación que vive Argentina con las variantes, estudios recientes arrojan que en el país la cepa Manaos es la dominante y representa el 40% de los casos de coronavirus, seguido por la variante Andina, con alrededor del 20%.
Sobre esta línea, hizo hincapié en que con la cepa Manaos «aparecen los primeros rasgos más complicados de este virus, que es que compromete a gente más joven, pueden comprometer a embarazadas y sobre todo pueden eludir un poco a quienes han padecido coronavirus previamente o están vacunados», por lo cual consideró «difícil encontrar una variante peor».
Por último, en relación a la variante Delta, originada en India, Cámera afirmó que con las restricciones esta variante debería «tardar como dos meses en llegar a generar más contagios en el país» y que para ese momento «ya la campaña de vacunación estará más avanzada».
Sin embargo, el infectólogo mostró mayor preocupación la variante Delta Plus, que «genera más temor porque tiene una parte genómica que se parece al virus de Manaos. Sería un virus más letal, complicado, que puede afectar a gente joven», por lo que recomendó no aflojar con los cuidados.