Sergio Agüero, Angel Di María y Dibu Martínez también hicieron historia. Los casos únicos de Nicolás Tagliafico y Lionel Scaloni.
Ya está, ya pasó. Fueron 10.233 días sin vueltas olímpicas, desde el 4 de julio de 1993 en el estadio Monumental de Guayaquil, Ecuador. Un récord que, ojalá, nunca sea superado. Detrás quedaron los 7.022 días que pasaron entre el título del Sudamericano de 1959 y el Mundial de 1978. Argentina es campeón de la Copa América y en el recorrido de los siete partidos desde el debut ante Chile el 4 de junio hasta la final 10 de julio en el Maracaná, quedaron nuevas marcas para la historia.
El primer registro sucedió en el segundo encuentro ante Uruguay. La Selección Argentina llegó a los 1.000 partidos oficiales, justamente ante el mismo rival que en el 6-0 del 20 de julio de 1902. Como marca la historia del clásico rioplatense, se impuso 1-0 con gol de Guido Rodríguez.
Ante la Celeste, además, Lionel Messi alcanzó a Javier Mascherano con 147 presencias con la camiseta albiceleste. En la fecha siguiente, en el cierre del grupo y con el equipo ya clasificado a cuartos de final, el capitán argentino podría haber descansado. Y sin embargo estuvo los 90 minutos. Ese 24 de junio se transformó en el jugador con más partidos en la historia del seleccionado. Ya era el máximo goleador. Tras la Copa América, acumula 151 encuentros y 76 goles.
En los cuartos de final, el 3 de julio, Argentina venció 3 a 0 a Ecuador y alcanzó los 200 partidos en el torneo continental más antiguo del mundo. En esta edición disputó dos partidos más que Uruguay y achicó la diferencia a cuatro. La Celeste completó 206 encuentros y el seleccionado argentino, 202. Los dos tiene 15 títulos pero en el porcentaje de puntos logrados la Argentina sigue arriba de todos: 69 % contra 62 % de Brasil y 60 % de Uruguay.
Emiliano Martínez era casi un desconocido para los futboleros distraídos y para el resto de los argentinos. Ahora es Dibu para todos y “mirá que te como”. Además, el 3 de julio en la semifinal ante Colombia, completó una página que estaba a medio terminar. Ubaldo Matildo Fillol era hasta ese momento el único arquero que había atajado tres penales en una definición, el 22 de mayo de 1979 en Berna, Suiza, ante Holanda. La FIFA revivió la final del Mundial 78 para celebrar los 75 años de su fundación. En tiempo reglamentario, igualaron 0 a 0 y fueron a los penales. El Pato atajó tres y Argentina venció 8 a 7.
Sin embargo, aquel encuentro fue un amistoso. Pero por los puntos, en una competición oficial, Dibu superó las hazañas de Sergio Goycochea en el Mundial 90 ante Italia y Yugoslavia, de Carlos Roa ante Inglaterra en Francia 98 y de Sergio Romero frente a Holanda en Brasil 2014. Todos habían atajado dos. De paso, igualó al mexicano Adolfo Ríos, quien había sido el único arquero en detener tres remates en una definición por penales en la Copa América, ante Ecuador en 1997.
La final consagratoria, el Maracanazo argentino, será un libro con varios capítulos, una película épica, en el que habrá menciones especiales. Con Lionel Messi como figura estelar.
Leo es el jugador argentino que más títulos ganó en la historia, ahora 37. Le faltaba uno con la Selección Mayor, tras la conquista del Mundial Juvenil Sub 20 en Holanda 2005 y la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008. Acumulaba tres finales perdida en Copa América y una en un Mundial. Por eso el festejo y el desahogo. Los otros 34 los consiguió en el Barcelona, por ahora su ex club ya que no renovó contrato.
Pero además, Messi, junto con el Sergio Agüero y Angel Di María, alcanzó un logro que sólo estaba destinado para el número uno de la historia: Diego Armando Maradona. El 10 era el único jugador en ganar un título con el seleccionado juvenil y otro con la mayor. Dos Mundiales, en 1979 en Japón y en 1986 México. Messi fue campeón Sub 20 en Holanda, el Kun también y repitió en 2007 en Canadá, donde compartió el festejo con Fideo. La generación dorada del fútbol argentino tuvo su merecido premio.
Eufórico como todos, seguramente Nicolás Tagliafico tuvo su propio Deja vú. Porque entre los cientos de futbolistas que jugaron finales en el Maracaná, uno solo puede contar que jugó y dio dos vueltas olímpicas en el mítico estadio de Río de Janeiro. El lateral izquierdo fue el capitán campeón de Independiente en la Sudamericana 2017, que se coronó el 13 de diciembre en el Maracaná tras igualar 1-1 con Flamengo. El otro fue Filipe Luis, que fue suplente con Brasil en la Copa América de 2019 y titular en la final de la Recopa Sudamericana 2020 con en Flamengo.
Un párrafo final para el entrenador Lionel Scaloni. Argentina lleva 20 partidos sin perder, la segunda mejor racha en la historia, a 11 de los 31 del Coco Alfio Basile entre 1991 y 1993. Asumió en el seleccionado sin experiencia en clubes y con apenas un recorrido de poco más de dos años como ayudante de campo de Jorge Sampaoli. Su caso recordó a Humberto Maschio, quien asumió como técnico de la Selección en febrero de 1969 tras su retiro como jugador en diciembre de 1968. Pero el Bocha duró apenas unos meses y cuatro partidos. Scaloni empezó como interino y luego fue ratificado. Y alcanzó su primer título sin haber dirigido jamás un club, algo inédito en la rica historia del fútbol argentino.
Como salir campeón en el Maracaná y ante Brasil.