Desde el organismo mundial hicieron énfasis en la aplicación a personas mayores de 60 años. El Grupo Estratégico Consultivo de Expertos precisó que la terecera dosis podría ser de otra vacuna.
Expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) aseguraron que las vacunas desarrolladas por los laboratorios chinos Sinovac y Sinopharm necesitan ser administradas en tres dosis.
Este lunes, en conferencia de prensa, el experto mexicano Alejandro Cravioto, detalló: “Todas las evidencias indican que se necesita una tercera dosis de estas mismas vacunas o de sus homólogas”.
Por su parte, la doctora Kate O’Brien, directora del servicio de Vacunación de la OMS, indicó: “La recomendación que damos ahora es que las personas que son inmunodeprimidas reciban una dosis adicional”.
La recomendación que presentó el organismo mundial podría afectar el plan de vacunación de varios países. Entre estos, la Argentina, que hasta el momento recibió más de 30 millones de dosis de Sinopharm y es la vacuna con mayor disponibilidad en el país.
Los expertos también indicaron que la comunidad internacional se fije el objetivo de vacunar al 70 por ciento de la población mundial contra coronavirus para mediados del próximo año. Cravioto, presidente del Grupo Estratégico Consultivo de Expertos (SAGE), aseguró que “es un porcentaje mucho mayor del que pensábamos antes, pero dado el desarrollo de la pandemia y la disponibilidad de nuevas vacunas para grupos de edad más jóvenes, es un objetivo posible”.
En el caso de la tercera dosis, se estimó que se administre a personas con un “sistema inmunológico grave o moderadamente comprometido”. Cravioto consideró que la recomendación se aplica a todas las vacunas aprobadas por la OMS, para su uso de emergencia. Estas son: Pfizer-BioNTech, Moderna, AstraZeneca, Johnson & Johnson, Sinopharm y Sinovac.
De acuerdo con Cravioto las terceras dosis deberían primero administrarse a personas mayores de 60 años. El mismo, comprende el grupo etario más vulnerable ante el coronavirus tras vacunarse. La recomendación también incluye a las personas inmunodeprimidas, sin importar la vacuna que hayan recibido.