Grito de furia contenida. Lágrimas en los ojos de muchos. Abrazos entre si, por doquier. Locura albiceleste. Éxtasis total. De la mano de una disciplina con poca historia para los Juegos Olímpicos, el rugby 7s, y con el Estadio Olímpico de Tokio como escenario, Los Pumas han logrado la primera medalla para la delegación argentina en estos Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
La de bronce, pero que valga el exabrupto, ¡que carajo nos importa! La primera presea ya está en el pecho de estos rugbiers, que llegaron a tierra nipona con un plan de trabajo: vencer a Australia o Nueva Zelanda en la ronda preliminar, y luego ver cómo continuaba la cosa. Y la cosa fue de menor a mayor, hasta borrar de la cancha a Gran Bretaña en el partido por el tercer puesto, cuando los vencieron por 17 a 12.
La primera parte concluyó a favor de Los Pumas por 12 a 5, pese a haber estado en desventaja desde los 20 segundos por el try de Ben Harris (erró el tiro a los postes). Pero el try de Lautaro Bazán Vélez y el de Marcos Moneta, más la conversión, dieron vuelta la taba.
Ya en el epílogo, Lindsay Hague, cuando se habían jugado dos minutos, emparejó la chapa al apoyar y luego acertar la conversión. Pero la selección argentina, reaccionó y con una extenuante corrida de Mendy -cuatro tries en el certamen- apoyó en el ingoal para poner la cuestión 17 a12 a favor de los nuestros. Y sellar y cerrar la historia.
El elenco argentino había iniciado el encuentro con Isgro, Cinti, Mendy, Santiago Álvarez (capitán), Bazán Vélez, Mare y Moneta. Vale recordar que el equipo no contaba con Gastón Revol (suspendido por cuatro encuentros, tras la expulsión en el duelo con Sudáfrica) y Matías Osadczuk, quien se había roto los ligamentos cruzados de su rodilla izquierda en el mismo cotejo. La lista para esta competencia la completaron: Etchart, Luciano González Rizzoni, Del Mestre y Franco Sábado.
El equipo del entrenador Santiago Gómez Cora había deutado con un triunfazo contra Australia, por 29-19. Luego, cayeron frente a Nueva Zelanda por 35-14. Por último, aplastaron a Corea del Sur por 56-0 y consiguieron un heróico triunfo ante Sudáfrica, por 19-14, con un jugador menos. Finalmente, en la semifinal ante Fiji cayeron por 26-14.