En un documento emitido por el cirujano general de Estados Unidos se advierte que falta profundizar la investigación científica sobre este tema.
El cirujano general de Estados Unidos, Vivek Murthy, emitió un concepto con relación al uso de las redes sociales y los riesgos que genera para los niños y adolescentes. El documento ha causado revuelo en la opinión pública estadounidense, pues se conoció poco después de que el estado de Montana prohibiera completamente el uso de TikTok en su jurisdicción.
Para empezar, el concepto del cirujano general señaló que el uso de las redes sociales se ha vuelto “casi universal”, pues calcula que hasta el 95 % de los adolescentes las usa con frecuencia, una cifra que es del 40 % en los niños de 8 a 12 años.
El funcionario sostuvo que aún falta profundizar la investigación sobre los efectos que este uso puede generar en las personas. “A pesar de este uso generalizado entre niños y adolescentes, todavía no tenemos suficiente evidencia para determinar si el uso de las redes sociales es lo suficientemente seguro para ellos, especialmente durante la adolescencia, un período particularmente vulnerable del desarrollo del cerebro”, detalló el concepto.
Lo que sí señaló es que, por lo pronto, se sabe que el consumo de estas aplicaciones puede tener tanto efectos positivos como negativos en niños y adolescentes. Esto, sin embargo, está altamente determinado por las vulnerabilidades y fortalezas de los menores de edad, que incluyen aspectos culturales, históricos y socioeconómicos.
“Los medios sociales pueden proporcionar beneficios para algunos niños, incluso sirviendo como una fuente de conexión para los jóvenes que a menudo están marginados, como la comunidad LGBTQ+ y las personas con discapacidades, proporcionando contenido positivo o que afirme la identidad, creando un espacio para la autoexpresión y ayudando a los jóvenes a sentirse aceptados”, explicó el funcionario en su concepto.
Pero advirtió que hay cada vez más evidencia científica que puede causar inquietud tanto en los padres como en toda la sociedad.
“Los niños y adolescentes en las redes sociales suelen estar expuestos a contenido extremo, inapropiado y dañino, y aquellos que pasan más de tres horas al día en las redes sociales enfrentan el doble de riesgo de problemas de salud mental, incluidos síntomas de depresión y ansiedad”, indicó el documento.
Además, calificó el panorama como “preocupante”, debido precisamente a que algunos estudios estadísticos han mostrado que en promedio los adolescentes pasan cerca de 3,5 horas diarias expuestos a estas plataformas.
Entre otras cosas, en el concepto se hizo un recuento de los principales riesgos a los cuales están sometidos los menores de edad.
Por ejemplo, señalaron que pueden ver contenido dañino que promueve el suicidio o las autolesiones, sentir mayor insatisfacción con su propio cuerpo, presentar comportamientos alimentarios desordenados, baja autoestima y tender hacia la comparación social.
“Cuando se les pregunta sobre el impacto de las redes sociales en su imagen corporal: el 46 % de los adolescentes de 13 a 17 años dijo que las redes sociales los hacen sentir peor, el 40 % dijo que no los hace sentir ni mejor ni peor, y solo el 14 % dijo que los hace sentir mejor”, detalló el concepto.
También señaló que alrededor de dos tercios de los adolescentes podría estar consumiendo contenido relacionado con discursos de odio.
Además, las redes sociales pueden provocar dificultades para dormir adecuadamente. “Estudios han demostrado una relación entre el uso excesivo de las redes sociales y la mala calidad del sueño, la reducción de la duración del sueño, las dificultades para dormir y la depresión entre los jóvenes”, advirtió el cirujano general.
Pero también recogió datos discriminados por género. Por ejemplo, sostuvo que más de un tercio de las niñas que estaban entre los 11 y los 15 años dijeron que se sentían “adictas” a las redes sociales y poco más de la mitad de todos los adolescentes dijo que le cuesta dejar de lado esas plataformas.
Por último, advirtió que el avance tecnológico de estas aplicaciones va mucho más rápido que la capacidad de la humanidad para comprender los riesgos que revisten para la salud mental.
“Existe una gran preocupación entre la comunidad científica de que la falta de acceso a los datos y la falta de transparencia de las empresas tecnológicas ha sido una barrera para comprender el alcance y la escala completos del impacto de las redes sociales sobre la salud mental y el bienestar de niños y adolescentes”, concluyó el concepto del cirujano general, que pidió que esta falta de conocimiento no sea una “excusa” para justificar la falta de decisiones de política pública.